Granizado de café: bebida refrescante, llena de sabor e ideal para una calurosa tarde de primavera o verano. ¿Quieres saber cómo prepararlo?
Cómo hacer granizado de café,
paso a paso
Granizado de café: bebida refrescante, llena de sabor, que nos transporta inmediatamente a una calurosa tarde de primavera o verano en buena compañía. Pensar en granizado de café es pensar en ocio, en bienestar, en plenitud, en un momento de esparcimiento refrescante y serenidad. En Cafés Foronda te decimos cómo prepararlo de varias formas, a cada cual más atractiva. Porque, como bien sabes, el café también es para el verano.
- El café más refrescante, en granizado
- La importancia de un buen café
- El proceso de elaboración del granizado
- Granizado de café y bola de helado: la presentación
1. El café más refrescante, en granizado
No hay nada mejor que un granizado de café para sobrellevar una sobremesa de verano o una tarde primaveral cuando la temperatura comienza a apretar.
En una terraza estival, para llevar y tomar en la playa, en la piscina o en un jardín, para degustar en nuestra terraza, el café más refrescante se presta a todo tipo de situaciones.
Sin embargo, ¿cómo hacer un granizado de café en casa?, ¿cómo prepararlo de forma idónea y disfrutar de esta bebida sin salir del hogar? El proceso es muy sencillo y rápido, y el resultado, espectacular si sabes darle un toque personal. Sigue leyendo.
2. La importancia de un buen café
Si ya es vital adquirir un café de extraordinaria calidad para preparar nuestra taza caliente diaria, en el caso del granizado, este requisito es, si cabe, más importante aún.
Y es que, el sabor del café se magnifica con el granizado, una bebida que, además, solemos reservar para ocasiones esporádicas y especiales. Por eso, has de emplear aquel café que te emocione, ese que tanto te gusta y cuya suavidad y aroma te deje sin habla.
Los cafés de variedad arábica y tueste natural son una gran apuesta para nuestro granizado de café, sobre todo si aportan notas frutales y gran cremosidad a la mezcla, pues la bebida resultará aún más refrescante.
Los cafés torrefactos no suelen dar buenos resultados porque son demasiado amargos al paladar, fuertes y toscos, algo poco apropiado en épocas calurosas, además. Los cafés naturales y suaves son, por el contrario, perfectos, sobre todo porque ayudan al proceso digestivo, ya de por sí duro en estas fechas.
En cuanto a los cafés mezcla, siempre y cuando el porcentaje de café natural prime sobre el torrefacto, también son buena opción, en especial si vamos a añadir bastante condimentos, pues el sabor del café se apreciará sobre todos ellos con mayor intensidad.
Sin embargo, y a pesar de estos pequeños consejos sobre el mejor café para tu granizado, lo que siempre has de tener en cuenta es que el café te debe gustar por encima de sus propiedades, sobre todo si eres una persona amante de esta bebida y muy acostumbrada a variedades y tipologías muy concretas.
Si lo haces, tu granizado de café casero te parecerá infinitamente mejor que cualquier otro que hayas probado en cualquier heladería, cafetería de moda o chiringuito playero.
3. El proceso de elaboración del granizado
Todo el mundo puede hacer un granizado de café, bueno, cualquiera con un establecimiento en el que adquirir los ingredientes (que no son muchos), una cafetera, agua y un congelador a mano.
Lo demás es pan comido.
Primer paso: hacer el café, tantas tazas como invitados tengas en tu casa. Y mejor que esté cargado. En este sentido, casi es mejor pecar en exceso.
Segundo paso: dejarlo enfriar a temperatura ambiente y, después, verterlo en un molde amplio y apto para congelar, que tenga tapa para que quede sellado y no incorpore olores indeseados ni se derrame.
Tercer paso: esperar tres horas. Efectivamente, tendrás que adelantarte a tu posible antojo de granizado de café y dejar el café en el congelador mucho antes de tu apetencia.
Cuarto paso: sacar, desmoldar y triturar. Esto último puedes hacerlo con una batidora de mano, de vaso o robot de cocina. Pero cuidado, no te pases con el triturado. El granizado no es un sorbete, los trozos de hielo deben tener cierta magnitud. De hecho, muchos expertos abogan por picar o rascar el hielo con un tenedor.
Por otro lado, hay quién se toma la molestia de volver a congelar la mezcla una hora más y triturar de nuevo al cabo de ese tiempo. Obviamente, la recompensa a tan laboriosa dedicación será gratificante.
Quinto paso: servir y acompañar. En este sentido, la creatividad ha de apoderarse de ti. Adorna la taza con un poco de canela y nata, pon una hojita de menta e incluso añade un chorro de licor y déjate llevar.
Por cierto, si quieres darle un toque especial, puedes añadir al café, antes de congelarlo, azúcar blanco o moreno al gusto (dos o tres cucharadas está bien), e incluso un toque de vainilla.
4. Granizado de café y bola de helado:
la presentación
¿Creías que habíamos acabado? Pues no. ¿Cómo vamos a finalizar esta entrada sin ofrecerte la fórmula mágica para sorprender a tus invitados con un granizado propio de Instagram?
Efectivamente, hay una forma de quedarte con todos a la mesa y es ofrecerles un granizado con bola de helado integrada. Has oído bien.
El de vainilla siempre es apuesta garantizada. Pero si tu atrevimiento no tiene fin, el helado de sorbete de limón, leche merengada o menta y chocolate podrían ser buenos aliados. La bola, en su justa medida, no queremos que se apodere de ese estupendo granizado que acabas de lograr.
Venga va, que estás en racha. Espolvorea unas virutas de chocolate y vierte un chorrito de caramelo líquido…, efectivamente, esto es ya demasiado, pero ¿alguien puede resistirse a tal granizado de café? Tus comensales seguro que no, de hecho, te lo agradecerán infinitamente, pasando de la cuchara a la pajita sin ton ni son.
Lo de la sombrilla para adornar y la galleta caramelizada ya nos parece rizar el rizo, aunque ahí lo dejamos.
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