El rooibos es una planta que nace únicamente en el sur de África. Allí, dicen las voces expertas, hasta los niños toman rooibos.
Y es que, las propiedades que se atribuyen al té de rooibos la convierten en una bebida apta para todo tipo de consumidores. Es rica en antioxidantes, resulta reconfortante cuando se tiene alguna dolencia y carece de teína.
Tanto es así que al sur del continente, el rooibos es uno de los elementos esenciales de la medicina natural.
De hecho, hace tan solo un año, las Administraciones reconocieron a los pueblos nativos del lugar como poseedores del conocimiento ancestral en torno al rooibos.
Un producto sudafricano con denominación de origen
El roiboos es una bebida muy agradable al paladar y ligeramente azucarada, que puede tomarse tanto por la mañana como por la tarde. Estas peculiaridades han hecho que el rooibos se incluya en otras bebidas y adquiera algunas aplicaciones culinarias.
Su nombre significa arbusto rojo, en holandés, en relación a la planta silvestre, la Aspalathus linearis, de la que se obtiene el rooibos y que hoy en día se cultiva en determinadas zonas montañosas de Sudáfrica. Hacerlo en otro lugar resulta, por el momento, infructuoso.
De hecho, en 2021, el rooibos obtuvo el estatus de Denominación de Origen Protegida por parte de la UE. Ningún otro producto del país había obtenido antes esta distinción.
Gracias a la DOP, los productores de roiboos cuentan con un respaldo mayor, por parte de las autoridades públicas, en la preservación de su cultivo. También acceden al mercado internacional con mayores garantías y pueden mejorar la trazabilidad de su producto para garantizar una excelente calidad.
Hoy en día, obtener rooibos con DOP, de ese color marrón rojizo tan característico, significa adquirir un producto de gran singularidad.
Y es que, la DOP indica que ese producto es realmente originario de una región concreta, que solo se produce allí y que posee características enraizadas a su lugar de origen (connotaciones geográficas, culturales, etc.).
Del campo a tu mesa: el viaje del rooibos
El proceso para la obtención del rooibos se asemeja al de otras infusiones. En este caso, deben triturarse trozos de sus hojas, con forma de aguja, y de sus tallos. Después, se fermentan y se ponen a secar de manera natural, al sol. Una vez culminada esta fase, la mezcla debe pasteurizarse antes de ser envasada para su posterior degustación.
Aunque el consumo de rooibos es ancestral en el sur de África, en Europa no lo conocimos hasta la década de los 30, cuando empresas holandesas comenzaron a explotar su cultivo y a comercializarlo.
Desde entonces, el crecimiento de su consumo ha sido exponencial. Según un estudio sobre el mercado del té en España, cada año se producen en Sudáfrica unas 12.000 toneladas de rooibos.
Hoy en día, es posible descubrir más sobre el rooibos en la ciudad de Clanwilliam, en Cederberg, Sudáfrica, conocida como la capital del rooibos, donde existe incluso una ruta dedicada a este cultivo: la ruta del rooibos.
Si por el momento no puedes viajar a Sudáfrica, siempre puedes disfrutar de esta bebida con nosotros. En Cafés Foronda, tenemos toda una gama de tés rojos para ti.